Este largo fin de semana en el que se celebro el dia de la raza (eso dice el calendario) tuve la oportunidad de ver los dos partidos de futbol que disputo la selección Colombia con sus contrapartes de Brasil y Bolivia. Para comentarios “especializados” de las infidencias de cada partido hay que remitirse a los comentarios de los “entendidos”; sin embargo y por fuera de todo contexto encuentro desproporcionada la reacción de la prensa y desde luego de la gente común (como uno) que sopesa dos empates como si se hubieran obtenido dos victorias. El primer partido, sí señor contra los pentacampeones, con algo de razón la euforia del empate teniendo en cuenta que solo se les ha ganado dos veces contra infinidad de victorias de la auriverde y con tremendas palizas. Pero para los que vimos el partido fue claro (aunque parece lo contrario) que definitivamente Brasil por X o Y razón estaba totalmente disminuido y con un poco mas de ambición tal vez hubiera sido posible una tercer e histórica victoria. El segundo partido, fuera del contexto de haber jugado a 3700 metros, fue un fiasco total. Fuera de los errores de Pinto al cambiar una estructura que mal o bien había detenido a Brasil también hubo que sumarle su total falta de ambición. A mi no me vienen a contar ese cuento que lo que se llevó Colombia en Bolivia fue un empate con sabor a victoria (como titulo EL Tiempo hoy) cuando el local estuvo con 10 jugadores desde el minuto 21 del segundo tiempo. Y más si se tiene en cuenta que aun había dos cambios por hacer.
A esta altura del partido no se si mis matemáticas aun funcionen bien pero mis cuentas dan que de seis puntos posibles se ganaron dos, algo así como un 33.3% de rendimiento o en resumen dos empates con sabor a derrota. Sin embargo fuera de cualquier cuestión deportiva lo preocupante del tema no es el rendimiento de la selección, es el conformismo general con respecto a algo que está definitivamente regular (sino es que malo). De ninguna forma es aceptable que nos conformemos con poco porque no hubo más y que encontremos excusas para justificar este atentado contra el buen futbol que es la selección Colombia porque el primero fue contra BRASIL y el segundo fue en la altura de Bolivia. Entonces mañana nos apiñaremos como palomas en campanario debajo de cualquier espacio que nos descampe de este aguacero de derrotas que nos vienen, porque mañana será Messi y su combo de imbatibles, y luego el frio de Peru y el calor de Maracaibo y así a perpetuidad hasta que un buen golpe de suerte nos traiga un 5 a 0 y volvamos a la gloria del cielo despejado.
Y esto no solo es triunfalismo deportivo esto se refiere y se refleja, también, en todo el orden nacional. Un caso particular y que me tiene preocupado y algo molesto es la elección del próximo alcalde de Bogotá. Para quien trata de hacer un voto consciente y alentado por nociones de ciudad, un voto correcto, un voto “bien” (me incluyo entre esos) es imposible entender a que juegan los candidatos a la alcaldía, en particular Peñaloza y Moreno. En los debates se halan el pelo como colegialas mientras vinasco dicen verdades y gana puntos a expensas de saber que no esta ni remotamente cerca del Palacio Lievano. En las calles se ven fotos bonitas y lemas insulsos. En la radio Peñaloza despotrica de las filiaciones políticas de Moreno, Moreno no dice nada y vinasco saca pseudo periodistas de emisoras radiales juveniles como Pacho Cardona y Antonio Casale gritando a viva voz con tono Martinfrancisquiano (si me permiten el término) que el servicio de trasnmilenio es pésimo y que él, en su calidad de héroe-candidato, va a cambiar y a mejorar. Y como?, digo yo, si lo que le da de comer es narrar futbol y aun no sabe que Murillo y Asprilla son dos personas diferentes… por Dios!!!. En ese orden de ideas quedan los noticieros y los periódicos, que andan “copados” con los debates entre el presidente, la corte suprema, el ministro de defensa (que metida de pata la de hoy en Washington), el vicepresidente que promete metros en Villa Nueva, las explosiones, los asesinatos, los lios amorosos del presidente de Francia, el lanzamiento de nuevas novelas (que idea tan maravillosa criollizar, y de paso asesinar, una gran obra como el conde de Montecristo, de donde sacaran tantas y tan originales ideas?) etc, etc, etc, que casi no dejan espacio para ver el reguero de plumas que van dejando Moreno y Peñaloza. Y por ultimo nuestra querida red que aparte de estos blogs que nadie lee también da espacio a los candidatos y sus planes de gobierno, de la página de Peñaloza ……. De la de Moreno…… la de vinazco ni la mire. Entonces de donde se saca Bogotá el voto de opinión que supuestamente pone? Donde está la opinión de ese voto si los candidatos en medio de sus haladas de pelo lo único que han hecho es atacar y/o defender el sistema de transporte masivo? Y del resto que?, donde están las propuestas sociales? Donde esta el problema de seguridad? La movilidad? La educación?. Para mi la conclusión es que ni hay candidatos ni hay suficiente peso en la opinión que los restrinja de prometer pajaros de oro como el metro. Entonces? Que queda? Conformismo como con la selección, ah es que ese quedo porque tocaba votar en contra de fulanito porque es la cuota de Uribe y trasmilenio no funcionó, o ese otro quedo porque el abuelo del otro fue no se quien y como tiene un hermano corrupto…. y de nuevo: palomas en el campanario a la sombra de las excusas y a esperar el chaparron de problemas. Asi no vamos para ninguna parte, ni los que queremos seguir hacia adelante ni los que se empeñan en votar por un color o por el más bonito.