jueves, julio 12, 2012

PROCLAMA


YO SOY BOGOTANO, arraigado a y enamorado de una ciudad que se ha desvanecido. Que ha sido destruida por migraciones infinitas de foráneos que se apropiaron del terreno más no de la ciudad y que desde hace tiempo lograron hacer de ésta la ciudad de todos pero de nadie. Yo soy bogotano heredero de las tradiciones de una ciudad antigua, revolucionaria y libertaria que antes de ser invadida fue llamada “La Atenas sudamericana”, donde la gente era culta y de buenas maneras, donde la cultura, no la subcultura, pululaba en las calles. Una ciudad donde toda la civilidad, pertenencia y reflexión que ahora faltan eran la norma.

Yo soy bogotano y respeto mi ciudad, soy cívico, voto siempre, no me vendo a ideas fútiles, respeto a los foráneos así no me gusten, no creo en la subcultura de “el vivo vive del bobo”,  no he sido participe de la cultura de narcotraficantes ni grupos armados, vivo dentro de lo que exigen las leyes y la ética, manejo respetando las normas y a los demás conductores, hago uso moderado del pito. Hago fila y respeto a quienes las hacen. No conozco a mis vecinos pero los saludo, no cierro la cuadra donde vivo en fechas especiales ni la pinto de colores. Mi material de construcción es el ladrillo y el color de mi ciudad es verde como mis cerros y mis humedales.

Yo soy bogotano y mi equipo de fútbol favorito es Millonarios así no hayan ganado un título en años. No me gusta Santafé pero tengo muchos amigos a los que sí y no nos matamos cuando alguno le gana al otro, aunque sí nos insultamos con cariño. Yo soy bogotano y me gusta el tamal bogotano con chocolate y almojábana, me doy gusto con un buen ajiaco y añoro la fritanga y el puchero. Aunque me gusta la comida de otras regiones no me gusta que me la impongan o la califiquen de mejor que la de Bogotá. Me gustan los pasillos y bambucos que le gustaban a mi abuelo e identifico a mi ciudad con ellos. Yo no soy cumbia, no soy porro, no soy chirimía, no soy vallenato, no soy música norteña, no soy rancheras; me gustan algunos de estos ritmos pero no me identifican.

Yo soy bogotano, hablo sin acento y no necesito tanto sol, me gustan los días grises y plomizos, me gusta y no le tengo miedo a la lluvia fina y fría, no me da pena no estar bronceado, no le tengo miedo al frio ni me quejo de él, no me siento en el lugar equivocado por cuenta del clima, ni añoro otras tierras. El resto de Colombia, a excepción de los alrededores de mi sabana y contadas excepciones  ni me va ni me viene y por lo tanto no me interesa que los comparen con mi ciudad. Sí me gusta la naturaleza aunque no viva en el campo ni tenga finca, adoro mis cerros, mis parques y mis humedales, y los cuido para que me duren mientras viva. Yo soy bogotano y he vivido o visitado casi todo el país y jamás cambiaría mi Bogotá.

Yo soy bogotano y me gusta la fiesta de los toros. Los meses más felices de mi año son Diciembre a Febrero cuando puedo ir a la PLAZA DE TOROS (no centro cultural)  LA SANTAMARIA a disfrutar del arte de la tauromaquia. La plaza fue fundada por bogotanos para sus aficionados y a través del tiempo se ha convertido en una de las 6 plazas más importantes del mundo. Yo soy bogotano al igual que el mejor torero que ha dado Colombia y uno de los grandes maestros en la historia de la tauromaquia.  A mi coso bogotano viene gente de todo el mundo a ver los mejores toreros y a compartir con la mejor afición de América en un ambiente de respeto y tradición. Soy taurino y bogotano, dos cosas casi ligadas, y no me da pena, no me avergüenzo y tampoco le doy justificaciones a nadie de mi afición.

Yo soy bogotano y no me avergüenzo de ser como soy, de recibir sin mucha simpatía pero con respeto a quien me visita, de ser serio y de carácter fuerte, de no ser meloso ni adulador con quien no conozco, de medir a la gente por su inteligencia y no por su dinero. Discuto acaloradamente cuando hay que hacerlo y no me quedo con mis opiniones guardadas. Soy terco y no cedo ante nada y ante nadie que no esté justificado. Yo soy bogotano como me enseñaron a serlo, no me siento ni más ni menos que nadie y no acepto que vengan a tacharme por no ser tan “extrovertido” y “alegre” como los del resto del país. Soy alegre cuando me da la gana, le hago buena cara a quien me gusta, hablo cuando quiero y no cuando me mandan. Respondo con respeto y no me meto en la vida de los demás así como no me gustan que se metan en la mía, ni conmigo.

En resumen, yo soy antes que todo bogotano y exijo que respeten mi ciudad, mi cultura y mis tradiciones.


Néstor Quintana