Hace tiempo vengo escuchando y leyendo distintas discusiones en torno al asunto colombiano y he llegado a una pequeña conclusión y es que en general uno de los grandes problemas dentro de los debates es la incoherencia de los participantes, me remito a unos pocos ejemplos específicos para ilustrar mi tesis:
Uribe y Santos: los dos se ufanan de ser autor y coautor, respectivamente, de los éxitos de la "seguridad democrática" pero ninguno se ha hecho responsable de los falsos positivos y sus victimas. Así mismo invocan, como al genio de la lámpara, el éxito de las políticas del gobierno Uribe (y su absoluta necesidad de continuidad) que han traído paz y progreso a Colombia pero no se matiza que las reacciones a sus decisiones han sido mas contraproducentes que eficaces, por ejemplo: la violencia se recrudeció en las ciudades por cuenta de las bandas emergentes (ex paramilitares), el progreso del campo quedó en manos de empresarios e industriales por cuenta de despropósitos como AIS y Fiduagraria, de la "confianza inversionista" y su "inmenso" gasto en Colombia solo ha quedado un crecimiento del desempleo y del porcentaje de pobreza y que los problemas de seguridad que tanto necesitaban solución hace 8 años tan solo se han replegado pero no han desaparecido dejando un saldo bastante lamentable de 4 millones de desplazados.
Aquellos que acusan a Gustavo Petro de delitos de lesa humanidad pero no presionan a Santos para que asuma su responsabilidad en los falsos positivos.
Los posibles votantes de Mockus que creen en el mesianismo y continúan con una actitud desenfadada respecto de las leyes y la ética.
El polo "democrático" que permitió que Gustavo Petro vendiera su voto para procurador a la corruptela interna del partido pero señala con ínfulas éticas la corrupción del gobierno Uribe.
Andres Felipe Arias que exige que no le digan ladrón pero no ha desmentido la tesis de que las donaciones a su campaña recibidos a través de "Colombia cambió" tienen directa relación con los subsidios entregados en AIS.
Noemí Sanín que demerita la condición de las mujeres colombianas exponiendo como único argumento para llegar a la presidencia el ser mujer.
El congreso que es el responsable de legislar pero que tiene la mitad de sus miembros en la cárcel o implicados en procesos judiciales.
Valencia Cossio que vuela a hacer donaciones en Haití mientras en Colombia hay un 35% de la población viviendo en extrema pobreza.
Uribe, de nuevo, que tilda sarcásticamente a Mockus como "dueño de la moral" cuando públicamente ha defendido a Palacios, Pretelt, Arias y Fernández.
La corte suprema que condena por cohecho a quien recibió el soborno pero no a quien lo dio.
El procurador Alejandro Ordoñez que destituye (con razón) al Gobernador del Valle pero no pronuncia palabra cuando el presidente Uribe actúa en política.
Los ex presidentes, que no han dejado sido entuertos y yerros pero una vez terminan su mandato se vuelven gurús con capacidad infinita de opinión en cualquier tema.
La prensa que defiende a capa y espada la libertad de expresión pero vende al mejor postor sus columnas.
Nosotros, el voto de opinión, que sabemos quienes son los mejores candidatos y aun así votamos por los más malitos, porque "encabezan las encuestas".
Yo, que ayer estaba asustado por lo de las chuzadas y ahora ando escribiendo esta entrada en el blog
Coherencia por favor señores, coherencia!!!
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